La jueza Cristina Pereyra, encargada de impartir justicia en Veredicto Final, opinó sobre la difícil situación que enfrentará la familia de Michael Jackson en caso de que el cantante haya muerto sin un testamento. Sus hijos, sus padres y familia más cercana, podrían perder millones de dólares por los derechos de las canciones de los Beatles, que aún no estaban saldadas.
Un testamento que cambiaría el futuro de sus hijos.
Según la opinión de la jueza Pereyra, normalmente al fallecer un padre, el padre o madre sobreviviente se queda con la custodia de los hijos o, en ausencia de éste, algún familiar allegado. En este caso su ex-esposa Debbie Rowe es la madre biológica de los dos niños mayores.
Cuando Jackson y Rowe ejecutaron los documentos donde ella renunció a sus derechos, es posible que hayan contemplado que ella recobre estos derechos de madre en caso de la muerte de Jackson.
Si el documento no incluye una cláusula especifica, aunque renunció a sus derechos, la corte puede otorgarle la custodia. Un juez debe considerar qué clase de relación ha tenido con sus hijos. Si ella es una extraña para ellos, el hecho de que sea la madre biológica es importante, pero no es concluyente para la decisión del juez.
Se tienen que considerar otros factores, como la relación que tengan los niños con sus abuelos paternos, con quienes están en estos momentos, ya que temporalmente la custodia ha sido concedida a la madre de Michael Jackson.
Además de estos dos niños, existe un niño pequeño cuya situación es más complicada, ya que la identidad de la madre sustituta se desconoce. Si hay algún documento que Michael Jackson haya dejado para proteger a este niño, quizás allí se encuentre la respuesta. Las personas más allegadas a este niño, quizás los abuelos o algún hermano de Jackson recibirán la custodia.
En casos de custodia, el juez se tiene que regir por un principio legal: qué decisión va a beneficiar más a los niños.
"En mi opinión, una de las tareas más importantes que tendrá que hacer el juez en este caso, es tomar una decisión que permita que los tres niños continúen viviendo juntos. Estos tres niños se han criado juntos y una separación, tras la muerte de su padre, sería devastadora para ellos", aseveró la jueza Pereyra.
En 1985 Michael Jackson pagó 47.5 millones de dólares por los derechos de reproducción de las canciones escritas por los Beatles, Paul McCartney y John Lennon. Cuando empezaron sus problemas financieros, vendió a Sony la mitad de los derechos de publicación por 95 millones de dólares. En 2001 usó estos derechos como respaldo colateral para garantizar un préstamo bancario de $200 millones. Hoy en día se estima que el valor de estos derechos es aproximadamente un billón de dólares.
Si no se paga al banco el monto total del préstamo más intereses, el banco tiene derecho de ejecutar la hipoteca y se convertirían en co-propietarios de los derechos junto con Sony. Si se paga la deuda, los derechos pasarían a ser parte de los bienes.
Si no hay un testamento, sus herederos serian dueños de los derechos. Si hay un testamento, el cantante seguramente decidió quién se quedaba con este catálogo tan valioso. Llegará el día en el que se sepa si las deudas exceden los bienes. Si es así, la corte testamentaria puede ordenar la venta del catálogo para satisfacer las deudas.
Un testamento que cambiaría el futuro de sus hijos.
Según la opinión de la jueza Pereyra, normalmente al fallecer un padre, el padre o madre sobreviviente se queda con la custodia de los hijos o, en ausencia de éste, algún familiar allegado. En este caso su ex-esposa Debbie Rowe es la madre biológica de los dos niños mayores.
Cuando Jackson y Rowe ejecutaron los documentos donde ella renunció a sus derechos, es posible que hayan contemplado que ella recobre estos derechos de madre en caso de la muerte de Jackson.
Si el documento no incluye una cláusula especifica, aunque renunció a sus derechos, la corte puede otorgarle la custodia. Un juez debe considerar qué clase de relación ha tenido con sus hijos. Si ella es una extraña para ellos, el hecho de que sea la madre biológica es importante, pero no es concluyente para la decisión del juez.
Se tienen que considerar otros factores, como la relación que tengan los niños con sus abuelos paternos, con quienes están en estos momentos, ya que temporalmente la custodia ha sido concedida a la madre de Michael Jackson.
Además de estos dos niños, existe un niño pequeño cuya situación es más complicada, ya que la identidad de la madre sustituta se desconoce. Si hay algún documento que Michael Jackson haya dejado para proteger a este niño, quizás allí se encuentre la respuesta. Las personas más allegadas a este niño, quizás los abuelos o algún hermano de Jackson recibirán la custodia.
En casos de custodia, el juez se tiene que regir por un principio legal: qué decisión va a beneficiar más a los niños.
"En mi opinión, una de las tareas más importantes que tendrá que hacer el juez en este caso, es tomar una decisión que permita que los tres niños continúen viviendo juntos. Estos tres niños se han criado juntos y una separación, tras la muerte de su padre, sería devastadora para ellos", aseveró la jueza Pereyra.
En 1985 Michael Jackson pagó 47.5 millones de dólares por los derechos de reproducción de las canciones escritas por los Beatles, Paul McCartney y John Lennon. Cuando empezaron sus problemas financieros, vendió a Sony la mitad de los derechos de publicación por 95 millones de dólares. En 2001 usó estos derechos como respaldo colateral para garantizar un préstamo bancario de $200 millones. Hoy en día se estima que el valor de estos derechos es aproximadamente un billón de dólares.
Si no se paga al banco el monto total del préstamo más intereses, el banco tiene derecho de ejecutar la hipoteca y se convertirían en co-propietarios de los derechos junto con Sony. Si se paga la deuda, los derechos pasarían a ser parte de los bienes.
Si no hay un testamento, sus herederos serian dueños de los derechos. Si hay un testamento, el cantante seguramente decidió quién se quedaba con este catálogo tan valioso. Llegará el día en el que se sepa si las deudas exceden los bienes. Si es así, la corte testamentaria puede ordenar la venta del catálogo para satisfacer las deudas.
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