domingo, 9 de agosto de 2009

Estados Unidos planea crear “un verdadero sistema de detenciones civiles” para indocumentados

El plan del ICE busca superar las críticas contra las políticas de detención de indocumentados por parte de organizaciones como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, la Unión de Libertades Civiles (ACLU) y la organización de promoción de los derechos humanos más importante de EUA.

Morton dijo que la primera medida que el ICE tomará será dejar de utilizar el centro de detención T. Don Hutto, una antigua prisión cerca de Austin, Texas, en donde se albergaba a familias de indocumentados. Las condiciones en ese centro eran tan malas (niños pequeños eran puestos tras alambrados de púas) que la ACLU interpuso una demanda contra el Departamento de Seguridad Interna, del que depende el ICE.

Ese centro fue presentado en 2006 como una de las piezas centrales del enfoque de la administración Bush en la lucha contra la migración indocumentada. Pero Barack Obama piensa cerrarlo a corto plazo y abrir tres nuevos centros de detención familiares, en lo que constituye su primera señal para separarse de las políticas de su antecesor.

Eso tras críticas de que, a falta de una reforma migratoria, Obama he seguido las mismas políticas de Bush y, en algunos casos, reforzar el enfoque de aplicación de la ley (ver nota secundaria).

El director del ICE dijo que tras el cierre del centro de Texas, las familias serán enviadas a un albergue en Pensilvania o a otros albergues temporales lo más cerca posible del lugar de detención.

Agregó que en algunos casos el ICE podría optar por hacer que las familias se reporten a centros comunitarios, algunos administrados por ONG locales o iglesias, en donde los inmigrantes, especialmente los que tienen hijos pequeños, podrían salir bajo vigilancia de agentes federales.

Morton señaló que buscan salirse del esquema de “una misma solución para todos”, por la cual indocumentados sin ningún récord delictivo han acabado compartiendo prisión con criminales peligrosos y recibiendo el mismo trato que los presos comunes.

“Este esfuerzo va a conducir a un rediseño enfocado en la creación de un sistema caracterizado e impulsado por la filosofía de la detención civil”, dijo Morton. El funcionario añadió que las nuevas directrices del sistema de detenciones “tendrá mucha mayor uniformidad que la actual”.

El plan incluye revisar los contratos que el Gobierno federal mantiene con cerca de 350 prisiones locales y privadas en donde se alberga a indocumentados. Según el ICE, eso busca consolidar a muchos de los detenidos, sobre todo a los que únicamente tienen infracciones migratorias, en albergues más apropiados.

A pesar de que los planes todavía están en diseño, el ICE no descarta que los nuevos centros sean administrados por el Gobierno y no concesionados, como fue la práctica común de Bush.

Los centros de detención manejan alrededor de 400,000 indocumentados cada año y la mayoría de ellos son deportados. El tiempo de espera antes de la deportación puede ir de semanas a incluso años. Es precisamente en los casos más tardados donde la mayoría de abusos han sido reportados, desde maltrato físico hasta la falta de cuidados médicos, que ha llevado incluso a la muerte de los detenidos en esos centros.

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