sábado, 21 de febrero de 2009

EL ORIGEN DEL PECADO***Y LA CONSPIRACION CONTRA LA HUMANIDAD


Cuando la Tierra surgió de las manos de su Creador era hermosa en extremo.

Despues de crear el mundo, el Padre y el Hijo llevaron a cabo su plan de crear a los seres vivos.

Cuando Adán salio de las manos de su creador era un ser noble,,tenía un poder de voluntad que estaba armonía con Dios, y afectos que se centraban en el cielo. Poseía un cuerpo libre de toda enfermedad, y un alma que reflejaba la imagen de la divinidad.


Eva era también era noble, perfecta en simetría, y muy hermosa. Esta pareja impecable estaba cubierta por una cobertura de luz y gloria semejante a la de los ángeles.

Dios manifestó su gran amor hacia Adán y Eva plantando un huerto especialmente para ellos. En el centro del huerto estaba el árbol de la vida, cuya gloria sobrepasaba la de todos los otros árboles. Su fruto, que pareciía ser de oro y plata, estaba designado a otorgar inmortalidad.


Aunque fueron creados inocentes y santos, nuestros primeros padres no fueron puestos más allá de la posibilidad de hacer lo malo. Dios los hizo agentes libres con libertad completa de rendir o rehusar obediencia. Fueron creados para disfrutar comunión con Dios y con ángeles santos, pero antes de que fuesen hechos eternamente seguros, su lealtad debía ser puesta a prueba. El Señor había determinado que solo les prohibiría acceso a uno de los árboles del huerto, pero si ellos desdeñasen su voluntad en este punto se harían culpables de transgresión. El árbol del conocimiento del bien y del mal había sido hecho una prueba de su obediencia y de su amor a Dios.


Como Satanás ya no era capaz de instigar rebelión en el cielo, concentró su enemistad contra Dios en su intento de arruinar a la raza humana. Resolvió incitarlos a la desobediencia, y traer sobre ellos la culpa y el castigo del pecado. La inocente pareja fue advertida acerca del peligro que los amenazaba. Mensajeros celestiales les contaron la historia de la caída de Satanás y su plan de destruirlos, y les aclararon mejor la naturaleza del gobierno divino que el príncipe del mal estaba tratando de destruir.


A Satanás no le fue permitido tentarlos constantemente, tenía acceso a ellos solamente junto al árbol prohibido. Si ellos intentaran investigar la naturaleza de este árbol, se expondrían a los engaños del maligno. Dios les dió la libertad de obedecer o desobedecer. El podría haberles impedido tocar el fruto prohibido, pero si lo hubiese hecho, el argumento de Satanás de que Dios era arbitrario habría sido confirmado.


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