EL SEIBO. Su nombre es Walmedi Del Rosario Doroteo, pero todos los conocen como Misael. El niño que con problemas de atrofia muscular y menos de tres pie de estatura parece una copia de Nelson, quien se convirtió en un personaje de película siendo de origen dominicano y que recorrió el mundo con sus andanzas y anécdotas a partir de su estatura.
La madre de Misael ha recorrido varias clínicas y hospitales sin tener explicación de por qué quedó en esas condiciones. Tiene más de 11 años y aunque no pronuncia palabras con facilidad es el personaje de la comunidad rural donde reside. Suele viajar hasta El Seibo donde llama la atención por su condición que parece infantilismo. Su madre Elvira Doroteo dice que es inquieto y travieso. Que en ocasiones han tratado de robárselo y que vive pendiente a todo lo que hace. En la escuela no lo quisieron aceptar, quizás por su condición o para no distraer a los demás estudiantes.
"El baila, toca güira, tira piedra y juega mucho", dice su madre quien tiene cuatro hijos y vive en una precaria situación económica que les son propios a todas las familias humildes. El presupuesto no le alcanza y aunque su esposo trabaja como agricultor, los inconvenientes para salir adelante y poder criar sus hijos son cada vez mayores.
Durante la conversación Misael, siempre alegre y atento, hace movimientos con la cabeza de que no gusta de las fotos, solo cuando él lo considera. Sus travesuras se han convertido en la pizca de humor de sus vecinos quienes deben estar atento para no resultar víctima ante una de sus andanzas.
En su visita a la estación Radio Seybo, Misael no esconde sus intensiones de llegar al cine, de desarrollarse en la televisión o quizás seguirle los pasos a Nelson, quien llegó lejos en esas lides. Bolón en manos y galleta, sin intensiones de darle a nadie, este menor inspira la gracia de quienes le ven, mientras su madre enfatiza que uno de los médicos que la atendió le comentó que si lo hubiesen atendido un año y ocho meses, pudo haber crecido un poco más de sus 3 pie de estatura.
La madre de Misael ha recorrido varias clínicas y hospitales sin tener explicación de por qué quedó en esas condiciones. Tiene más de 11 años y aunque no pronuncia palabras con facilidad es el personaje de la comunidad rural donde reside. Suele viajar hasta El Seibo donde llama la atención por su condición que parece infantilismo. Su madre Elvira Doroteo dice que es inquieto y travieso. Que en ocasiones han tratado de robárselo y que vive pendiente a todo lo que hace. En la escuela no lo quisieron aceptar, quizás por su condición o para no distraer a los demás estudiantes.
"El baila, toca güira, tira piedra y juega mucho", dice su madre quien tiene cuatro hijos y vive en una precaria situación económica que les son propios a todas las familias humildes. El presupuesto no le alcanza y aunque su esposo trabaja como agricultor, los inconvenientes para salir adelante y poder criar sus hijos son cada vez mayores.
Durante la conversación Misael, siempre alegre y atento, hace movimientos con la cabeza de que no gusta de las fotos, solo cuando él lo considera. Sus travesuras se han convertido en la pizca de humor de sus vecinos quienes deben estar atento para no resultar víctima ante una de sus andanzas.
En su visita a la estación Radio Seybo, Misael no esconde sus intensiones de llegar al cine, de desarrollarse en la televisión o quizás seguirle los pasos a Nelson, quien llegó lejos en esas lides. Bolón en manos y galleta, sin intensiones de darle a nadie, este menor inspira la gracia de quienes le ven, mientras su madre enfatiza que uno de los médicos que la atendió le comentó que si lo hubiesen atendido un año y ocho meses, pudo haber crecido un poco más de sus 3 pie de estatura.
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